El ciclo del agua está padeciendo cambios debido al cambio climático, algo que acarrea una gran inseguridad sobre los posibles efectos sobre la vida en la Tierra.
1. ¿Cuál es la definición de agua?
El agua es una substancia formada por 2 átomos de hidrógeno y un átomo de oxígeno (H2O), y se puede localizar en estado sólido como hielo, en estado gaseoso como vapor y en estado líquido como agua. Las propiedades físicas y químicas del agua son muy importante para la supervivencia de los ecosistemas.
2. Peculiaridades del agua
Las peculiaridades del agua incluyen propiedades químicas, físicas y biológicas, y en dependencia de su contenido puede haber diferentes géneros de agua (agua dulce, agua salobre, agua blanda, agua dura, etc.).
Las primordiales peculiaridades del agua se describen ahora:
- La densidad del agua es de aproximadamente 1g x mililitro.
- El agua tiene el calor concreto más alto de cualquier líquido (4180 J/(K kg)), aunque cambia con la temperatura.
- El calor latente de vaporización (entalpía de vaporización) preciso para romper un link de hidrógeno y formar vapor es muy elevado (539 kcal/kg).
- La tensión superficial del agua es altísima. Además, el color, la turbidez y la conductividad del agua se usan como factores de calidad del agua.
3. El agua en la Tierra está presente en diferentes estados
El agua es la sustancia más rebosante en el planeta y la única que se puede localizar en la atmosfera en estado líquido, sólido y gaseoso. El 97% es agua que se halla en el océano y el resto es agua dulce.
4. El ciclo del agua
El ciclo del agua o ciclo hidrológico es un proceso progresivo que incluye los diferentes estados (sólido, líquido y gaseoso), y deja que se generen procesos naturales en la Tierra. Las fases del ciclo son: evaporación, condensación, precipitación, infiltración, escorrentía, escorrentía subterránea, fusión y solidificación.
5. ¿Cómo se consigue el agua dulce?
El agua dulce se consigue mediante la precipitación, que empieza con la evaporación del agua del océano para formar vapor.
Gradualmente, las corrientes de aire ascendentes mueven el vapor a las capas superiores de la atmosfera, donde las temperaturas más frías dejan que el agua se condense en las nubes, hasta el momento en que el agua cae como precipitación.
Gran parte de la precipitación cae en forma de lluvia y acaba en acuíferos y permafrost, lagos, embalses, ríos y en el suelo, y queda libre para el consumo. El resto de esa precipitación cae en forma de nieve y se hamontona en los casquetes polares y en los glaciares, con lo que no se puede consumir.